Una piscina puede ser una gran adición a cualquier propiedad. Puede ser un buen lugar para relajarse y desconectar después de un duro día de trabajo, un lugar para relajarse con la familia los fines de semana, o incluso un lugar para celebrar su próxima fiesta. Una piscina puede ser, sin duda, una experiencia gratificante, por no mencionar que añade valor a su propiedad.

A la hora de tomar la decisión de instalar una piscina, es importante considerar a fondo todas las opciones y formarse. Una piscina diseñada e instalada por un profesional puede recompensarle a usted y a su familia durante décadas, por lo que debe tomar las mejores decisiones y las más informadas posibles. Les dejamos algunos consejos de Anphibius para empezar el proyecto:

Presupuesto

Las piscinas se presentan en una amplia gama de tamaños, formas y acabados, y eso antes de considerar las opciones de paisajismo que las rodean. Hay una piscina que se adapta a todos los presupuestos, pero debería tener un presupuesto orientativo antes de empezar a buscar las distintas opciones disponibles.

Haga preguntas

Cuanta más información y conocimientos tenga sobre las opciones disponibles y, lo que es más importante, sobre el proceso de planificación, diseño e instalación de una piscina, más posibilidades tendrá de recibir un producto que le guste y de tener una instalación sin problemas. El constructor de la piscina debería poder explicarle todos los detalles, pero es conveniente que investigue mucho y haga todas las preguntas posibles, sobre todo en lo que respecta a los permisos y la planificación, que pueden ser complejos.

Equilibrio entre función y forma

Aunque la estética de su piscina será probablemente su principal consideración, es importante no descuidar el hardware “entre bastidores”. Una piscina es un equipo complejo y los aspectos no visuales como las bombas, el drenaje, los filtros y los sistemas químicos tendrán un gran impacto en la cantidad de tiempo que durará su piscina y en los esfuerzos y costes de mantenimiento.

Tamaño y forma

El tamaño y la forma de su piscina es una de las primeras decisiones que debe considerar y tomar. A la hora de decidir el tamaño y la forma de su piscina, debe tener en cuenta la cantidad de espacio disponible en el jardín, pero sobre todo cuál será el propósito de la misma.

Si quiere nadar activamente, por ejemplo, la piscina tendrá que ser más larga, rectangular y con un pasillo de natación ininterrumpido; sin embargo, si desea utilizarla para relajarse, puede ser más pequeña y tener bancos subacuáticos incorporados. También debe tener en cuenta el número de personas que utilizarán la piscina: una familia de 2 ó 3 personas no necesitará una piscina tan grande como una familia de 5 ó 6 personas.

Materiales

Las piscinas están disponibles en una gran variedad de materiales, y elegir el adecuado puede tener un impacto significativo en su presupuesto y en los tiempos de instalación. Las piscinas de hormigón, por ejemplo, cuestan bastante más que sus homólogas de fibra de vidrio y también tardan mucho más en instalarse: entre 3 y 6 meses, incluyendo el tiempo de curado, frente a las 3 o 6 semanas.

Colocación

Hay que prestar especial atención a la ubicación ideal de la piscina en el jardín. Además de los posibles requisitos normativos (distancia a los límites de la propiedad, requisitos de vallado, drenaje, etc.), también hay que tener en cuenta otros factores.

Lo mejor es situar la piscina en una zona con la máxima exposición al sol (para relajarse y mantener el agua caliente) y con la mínima exposición al viento. Pero si, por ejemplo, tiene niños, es buena idea que la piscina esté situada dentro de las líneas de visión del interior de la casa. También debe tener en cuenta dónde se ubicará la piscina en relación con los almacenes para el equipo de filtración, los productos de limpieza, los juguetes, etc., y otros elementos del jardín, como las barbacoas.